Siempre que planeamos un viaje largo, el cerebro empieza a trabajar y maquinar de cara a los preparativos de la salida. Más dependiendo del medio que utilicemos para viajar. Y, más aún, cuando forman parte del plantel de pasajeros niños pequeños. La duración del viaje y la estancia también determinará mucho el nivel de estrés mental en la preparación de todo. Ya sabemos que no es lo mismo viajar en avión que en coche, y que ambos transportes tienen pros y contras, también a la hora de viajar con los pequeños.
Ventajas de hacer viajes largos en coche con niños
Una de las grandes ventajas de hacer un viaje largo en coche con niños es la libertad de movimiento. Si se desata alguna crisis, siempre podemos parar y descansar, estirar las piernas o lo que sea necesario. El viaje se puede hacer eterno, pero si no hay prisa es una de las mejores opciones para ir con niños. El tema del baño puede parecer un problema, pero es muy fácil poder parar cada poco para poder ir a hacer las necesidades o hacer un cambio de pañal.
Otra de las ventajas de ir con el coche es que podemos llevarlo equipado con una selección de juguetes, como los que podemos encontrar en la web de jugueteria.top, para que puedan entretenerse en el trayecto cuando se cansen de ver el paisaje por la ventana. No quiere decir que en otro transporte no puedan llevarlo, pero si compartimos espacio con otros viajeros, el equipaje va a verse reducido sin remedio.
Desventajas de hacer viajes largos con niños
Sea cual sea el medio de transporte elegido, incluido el coche que tiene numerosas ventajas, hacer un viaje largo con niños es una odisea en todos los sentidos. Llegará un punto en el que ellos estén agobiados y les pueden entrar lloros, berrinches o rabietas, con las consecuencias que pueden traer: molestar a otros pasajeros, pérdida de la paciencia por parte de los padres y los hijos, etc. Es por todo ello que hemos recopilado una serie de consejos para hacer viajes largos con niños con éxito.
Tips para viajes largos con niños
Uno de los tips para afrontar las largas horas de viaje en el asiento es la de contar con juguetes, como ya hemos adelantado con anterioridad. Los juguetes son un recurso fantástico para que estén entretenidos, eligiendo aquellos favoritos de los peques para que estén más contentos con ellos.
Otro de los recursos es el uso de material audiovisual, ya sea mediante un móvil, tablet u ordenador propio o utilizando pantallas que vengan incluidas en el transporte, como en los aviones. Tener descargadas series y películas del agrado de los peques es fundamental para tirar de ellas cuando haya un momento crítico.
Dejando de lado la parte más material, podemos aprovechar algunas horas de viaje para conversar en familia. Puede parecer algo obvio, pero actualmente con la vida tan conectada a los aparatos que tenemos, la charla se ha quedado en el olvido. Parece otra vida, pero hasta hace muy poco hacíamos los viajes sin prácticamente nada y simplemente con la compañía de nuestra familia. Juegos con el “Veo, veo” o palabras encadenadas pueden dar para pasar un rato divertido.
Disfrutar de las vistas es otra de las actividades para hacer con los niños en un viaje largo. Podemos ir explicando el paisaje, cuando vayamos en un transporte terrestre, y otras curiosidades a bordo de aviones o barcos.
Si los niños son algo más mayores y ya saben leer, también es un buen momento para leer algún libro. Siempre y cuando no se mareen al leer, que puede pasar. La lectura ayuda a concentrarse y meterse en la historia, con lo cual las horas pasarán más deprisa.