Los amantes del deporte y las emociones fuertes seguro que ya conocen este término, pero si no estás dentro de este grupo de personas, vamos a intentar explicar qué es el turismo de aventura. Un término que incluye la palabra «aventura» puede dar algo de vértigo. Pero nada más lejos de la realidad. Es tipo de turismo puede dar todo el vértigo que tú quieras experimentar (casi literalmente, ya que el salto en paracaídas puede ubicarse dentro de esta tipología de turismo). Se puede practicar turismo de aventura, también llamado turismo activo, sin necesidad de ser un as del deporte físico o ser el atrevimiento hecho persona. Por supuesto, hay varios niveles de dificultad, que podríamos diferenciarlos como baja, media y alta. Esto también depende de las actividades, algunas pueden abarcar los tres niveles de dificultad (por ejemplo: el senderismo) y otras son de alto riesgo, como el ya mencionado salto en paracaídas.
La principal diferencia entre el turismo y el deporte de aventura, que a priori puede parecer lo mismo, es que el deporte es una actividad física deportiva exclusivamente, mientras que el turismo implica, además de la práctica del deporte en si, una actividad que deriva en un servicio prestado y compensado económicamente a un proveedor de este tipo de servicios, como pueden ser una agencia o guía turístico. El turismo, además de implicar la práctica de un deporte, ya sea a través de un proveedor o no, también se basa en conocer el lugar de destino como lugar en si mismo, así como sus costumbres o gastronomía. A continuación, nombraremos algunos de los deportes más populares en el turismo de aventura.
Senderismo
Es, probablemente, uno de los deportes más practicados en el turismo de aventura. No tiene ningún misterio: es, de todas las que mencionaremos, la actividad más «fácil» de practicar, puesto que apenas necesitas material para poder ponerte en marcha. Lo fundamental es contar con un buen calzado, enfundarte en ropa deportiva cómoda y tener muchas ganas de andar. Luego ya puedes ir añadiendo más cosas que puedas necesitar.
Tirolina
Hacer tirolina también es uno de los deportes más frecuentes en el turismo activo. Su funcionamiento es muy sencillo, ya que tú debes poner las ganas y poco más. La tirolina está diseñada para que se impulse gracias a la gravedad, de modo que el punto en el que se inicia es más alto que en el que se termina. Hay opciones para todos los niveles de atrevimiento, desde pequeñas específicas para niños hasta algunas elevadas a muchos metros sobre el suelo.
Ciclismo
Otro de los deportes cada vez más en auge es el ciclismo. Aunque hoy en día es fácil tener un equipo propio, es muy común que en puntos de interés para el cicloturismo haya alquileres de bicis. Si tienes la tuya propia, puedes cargarla en tu coche fácilmente gracias a un portabicicletas como los que puedes encontrar en Portabicicletas24.com. De este modo, no habrá destino que se resista a ser conocido por ti mismo y tu bici.
Escalada
La escalada suele ser elegida por aquellas personas a las que les gusten los retos. Aunque no tienes que cerrar la puerta a la escalada si no es tu caso, ya que este deporte puede ser fácil o difícil. Lo importante es que es un actividad muy completa, ya que se utilizan las extremidades inferiores como superiores del cuerpo. Es una actividad perfecta para desconectar porque implica mucha concentración.
Rafting
El rafting es, dicho de otro modo, descenso de ríos. Es una actividad perfecta para practicar en grupo, ya que normalmente se realiza en algún tipo de embarcación. Se trata de recorrer hacía abajo, arrastrados por la corriente, el río elegido. Uno de los requisitos fundamentales para practicar este deporte activo es saber nadar. Si te atreves, solo queda equiparte y a disfrutar del agua.
Puenting
Cerramos este repaso con el pueting o bungee jumping. Esta actividad se basa en que una persona, en ocasiones pueden ser dos, se lanza al vacío desde una altura elevada, atándose un extremo de una cuerda elástica a los pies o torso de la persona y el otro extremo queda sujeto en el punto de salto. De este modo, la persona que se deja caer oscila ascendiendo y descendiendo hasta pararse. Suele practicarse sobre puentes con agua abajo o no. No apta para cardiacos.